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La industria del juego en España es fuerte: pero sigue habiendo desafíos

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La industria del juego sigue desempeñando un papel importante en la economía española, tanto como motor de empleo como creador de ingresos financieros. Aunque las estadísticas sean variadas (debido a las diferentes formas de medir la industria y de interpretar lo que constituye el juego), sabemos que el sector creó unos 1.400 millones de euros de ingresos en 2021. También se ha producido un notable aumento de los ingresos en 2022. En cuanto al empleo, se estima que unas 8-9 mil personas están directamente relacionadas con la industria del juego en España. Se mantiene firmemente entre los 10 primeros países del mundo en cuanto a ingresos por juego. Pero siguen existiendo retos.

De hecho, quizá el mayor desafío sea el ritmo al que está cambiando la industria del juego. Antes, un estudio de desarrollo de videojuegos creaba títulos para una plataforma específica, como una consola o un PC, pero ahora todo eso está cambiando. Los juegos parecen estar en una encrucijada. Conceptos como el juego móvil, el juego en la nube, el juego en la cadena de bloques y otros representan oportunidades, pero también desafíos. Considera que hay alrededor de 1,5 millones de juegos en las tiendas de aplicaciones de Google y Apple juntas. Esto podría considerarse una señal positiva para el sector, pero también muestra que el sector de los juegos es competitivo, quizá demasiado. En realidad, la mayoría de los juegos no consiguen dar beneficios a los desarrolladores.

Más oportunidades para los desarrolladores

Según se ha mencionado, la industria del juego representa un sector más polifacético que nunca, y eso suma oportunidades y puestos de trabajo. Los juegos están en más plataformas que nunca. Consideremos que tanto Netflix como TikTok se están centrando en crear juegos para sus plataformas. O considera las marcas como Playtech, NetEnt, Microgaming y Pragmatic Play, que crean cientos de juegos para sitios de casino como www.mansioncasino.es. El caso es que la industria sigue ofreciendo diversas oportunidades a los desarrolladores.

No obstante, también vemos pruebas de que la industria se encuentra en una encrucijada. Miles de millones de euros de ingresos se están volcando en la financiación de proyectos de juego blockchain y metaverso, muchos de los cuales tienen el objetivo declarado de trastornar la industria del juego. Al estar muchos de estos proyectos asociados a tecnologías nuevas -y ampliamente no reguladas– como las criptomonedas, puede haber problemas de regulación. Para que un estudio invierta en juegos con blockchain puede parecer un momento emocionante, no obstante, siempre existe la posibilidad de que las regulaciones lo hagan imposible.

El metaverso ofrece riesgos y recompensas

El metaverso ofrece otras posibilidades, muchas de ellas vinculadas a la tecnología de la realidad virtual. De nuevo, suena emocionante, pero también hay mucho riesgo. Algunos expertos creen que los juegos del metaverso serán tan transformadores que dejarán obsoletos los videojuegos tradicionales. En cambio, otros creen que el metaverso es una moda que nunca despegará. Seguir cualquiera de los dos caminos representa un riesgo para las empresas de juegos.

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Uno de los mayores retos para la industria de los videojuegos en España es quizás la globalización. Hoy en día, nadie necesita ir a una oficina física para ser contratado, algo mucho más pronunciado en el sector tecnológico. Puede parecer lógico que una empresa española contrate a desarrolladores de software de Barcelona o Albacete, pero probablemente sea más barato contratar a alguien a distancia que trabaje en India o Vietnam. Algo parecido ocurre con las empresas desarrolladoras de videojuegos de toda Europa, que tienen que enfrentarse a un dominio cada vez mayor de Asia.

No obstante, el sector ofrece una enorme oportunidad a España. Se prevé que la industria mundial del juego continúe su enorme crecimiento, representando una industria de 350.000 millones de euros en 2030. España está bien posicionada para hacerse con un gran trozo de ese pastel, siempre y cuando las empresas entiendan que hay retos específicos que deben superar.

Redacción - Caudete Digital