Poco nos queda ya por ver. Ahora, según los secesionistas, en España hay «presos políticos». Pero no sólo para los secesionistas: también para la izquierda radical de nuestro país.
Cada cual que aguante su vela en este entierro. Los secesionistas ya lo tienen todo perdido, y ya nada nos puede sorprender: están deliberadamente fuera de la ley, y sólo les queda buscar apoyos internacionales. Por el momento, cuentan con Maduro y el hombre-cohete, Kim Jong-un. Y poco más, porque ni el video plagado de mentiras montado por la ANC, destinado a hacer llorar al mundo para que corra a salvar a Cataluña, les ha dado resultado.
Sin embargo, me preocupa, que no me sorprende, que Pablo Iglesias apoye la mentira de los «presos políticos» a sabiendas de que está mintiendo. Es un paso más hacia el radicalismo y un golpe bajo a nuestra Democracia. Pero, ¿todos los simpatizantes de Podemos están de acuerdo en esa estrategia?
Por supuesto que no. Podemos en una amalgama de muchas ideologías, con una base comunista, pero donde caben muchísimos matices. Una parte del problema de Podemos es que Pablo Iglesias no representa, ni de lejos, a todo su partido, porque es imposible consensuar una cantidad tan grande de «matices». Eso ocurre en la mayoría de formaciones políticas, pero en el caso de Podemos se agudiza. Y en este caso concreto, con los llamados «presos políticos», se está entrando en una polémica interna que veremos cómo se canaliza.
En cualquier caso, me parece muy grave que Podemos, una formación con aspiraciones a presidir España, y que gobierna mediante coaliciones en diversos lugares del país, se sitúe del lado de los delincuentes y se aleje del Estado de Derecho y de las leyes, base de toda democracia. Ya he dicho en alguna ocasión que es legítimo, o no es delito, que un partido apoye todo aquello que socave el modelo de Estado actual, con la intención de acabar con él y dar paso a otro. Por ejemplo, acabar con la monarquía parlamentaria e instaurar una república. Esto, si se hace por cauces que no violenten la ley, es perfectamente admisible y democrático.
Sin embargo, apoyar campañas de desprestigio hacia nuestro país a base de mentiras, me parece una aberración. Porque creo que se hace bien denunciando cualquier anomalía en los juzgados, y que los políticos cumplan de manera impoluta su función o que vayan a la cárcel en caso contrario, y que no se de respiro a la corrupción, y que se llame delincuentes y sinvergüenzas a los que han cometido un fraude… Pero, ¿por qué los mismos que llaman corruptos a los que se han llevado dinero, no condenan a los que se saltan todas y cada una de nuestras leyes, hasta las más básicas? Delitos gravísimos como la sedición, parece más bien que están siendo perpretados por los «héroes del pueblo» y que hay que aplaudirlos.
Jordi Sánchez, el líder de ANC, es un proetarra que tras el atentado de ETA en Hipercor culpó públicamente a la policía de lo sucedido. En 1988 se descubrió que La Crida, una organización independentista que desapareció en 1993 y en la que estaba Sánchez, había recibido millones de euros desviados por el gobierno de Pujol. Era dinero destinado, en principio, a la creación de empleo, pero Pujol consideró mejor destinarlo a otros fines… Jordi Sánchez ha sido uno de los más fervientes partidarios del grupo terrorista Terra Lliure, y tanto es así que en 2012 hizo vicepresidente de ANC al terrorista Carles Castellanos, que asesinó en 1987 a un guardia civil en Barcelona. Por supuesto, ha participado en numerosos actos a favor de ETA, a la que ha apoyado con homenajes a asesinos desde la ANC.
A pesar de esta trayectoria, Jordi Sánchez, al igual que Jordi Cuixart, está en la cárcel por unos delitos muy concretos y que nuestro ordenamiento jurídico contempla de forma clara. Es más, unos delitos cometidos de forma absolutamente premeditada y con todos los agravantes posibles. Si estos delitos los hubiese cometido un miembro del PP, del PSOE o de Ciudadanos, Podemos estaría en el Tribunal de La Haya reclamando su cadena perpetua, cuando menos. ¿Por qué no lo hace con estos delincuentes?
Me gustaría conocer la opinión de militantes de Podemos. Ojo, su opinión sincera. Por una vez, no la de partido. ¿Es honrado acusar a nuestro país de tener presos políticos, o se está mirando el posible rédito electoral?