La Oficina de Información al Consumidor de Caudete ha informado de las nuevas características de la etiqueta energética actualizada.
La simplificación de la etiqueta energética de los electrodomésticos, volviendo a la escala inicial de la A a la G, ya es una realidad. Desde el 1 de marzo de 2021 ya es obligatorio que los electrodomésticos incorporen la nueva escala energética, aunque en los pasados meses muchos de los usuarios que hayan comprado una nueva lavadora, lava-secadora, frigorífico o pantallas (televisores o monitores) ya han podido ver en el embalaje la nueva etiqueta, conviviendo con la anterior.
Los principales elementos de la nueva etiqueta son:
- Código QR: la adición del código QR permite a los consumidores obtener más información sobre el aparato simplemente escaneándolo con su teléfono inteligente
- Nueva escala energética: de A a G, sin más clases ‘+’
- Consumo energético: es específico para cada producto. Los frigoríficos, por ejemplo, incluirán su consumo anual; los lavavajillas, lavadoras y lavasecadora informan del consumo de 100 ciclos. El consumo de monitores y bombillas se refiere a sus horas de uso, concretamente 1.000 horas
- Pictogramas: indican el rendimiento y las características del producto. Según el dispositivo, el número y el tipo de pictogramas pueden variar.
Por tanto, la eficiencia energética de los productos no cambia, pero sí el reescalado y la letra a la que pertenecían. Han desaparecido las clases energéticas A+, A++ y A+++ por saturación de estos modelos en el mercado. Con esta metodología, resulta probado que un electrodoméstico calificado con A+++ puede aparecer ahora con una etiqueta de clase B o inferior. Conviene saber que se podrán vender productos con el etiquetado energético anterior hasta el 20 de noviembre de 2021.
Las fuentes de iluminación lámparas y bombillas también se regirán por este etiquetado energético, a partir del 1 de septiembre. En 2022, el etiquetado será obligatorio en el aire acondicionado y las secadoras.