Según publicó ayer el diario Información, la recta final en las negociaciones que mantienen los Ejecutivos de la UE y del Reino Unido para fijar las condiciones del Brexit también genera serios problemas al comercio exterior. En plena campaña de exportaciones de cítricos y productos hortofrutícolas, cientos de transportistas sufren estos días colas kilométricas y esperas de hasta diez horas para circular por los pasos fronterizos entre Francia y Gran Bretaña.
En la localidad de Calais (norte del país galo), ciudad también conocida por la crisis migratoria, donde se localiza el Eurotúnel, los camiones de mercancías españoles que se dirigen al país británico (unos 200 autonómicos circulan cada día entre ambas lados del mar, según fuentes de la asociación de transporte frigorífico Apfrie) «soportan los retrasos con resignación e impotencia» ante el bloqueo del Eurotúnel y de los barcos que cruzan el Canal de la Mancha desde el Puerto de Dover. Y es que, en condiciones normales, la espera no supera la hora. Así lo certifica el consejero de Transportes Caudete, Pedro Conejero.
Esta empresa, con una flota de 120 camiones, junto a Transportes Mazo, es una de las líderes en el comercio exterior terrestre entre España y Gran Bretaña. Este mes es clave para las exportaciones citrícolas, así como de otros productos hortofrutícolas (pimientos y hortalizas) producidos, sobre todo, en Andalucía, Murcia y la Comunidad.
Según Conejero, las firmas importadoras británicas, fruto del «pánico» en estas aceleradas negociaciones del Brexit entre Bruselas y Londres (en teoría esta semana debería ser examinado por la Eurocámara y ratificado antes del 31 de diciembre) «anticipan los contratos de comercio exterior previstos durante las primeras semanas de 2021 por el temor a los aranceles y a posibles contratiempos aduaneros a partir de 2021», asegura el directivo de Transportes Caudete.
Si finalmente no hay acuerdo sobre el Brexit, los 3,1 millones de toneladas importadas de la UE se verán sometidas a la imposición de derechos de aduana, que varían según productos. El Reino Unido tiene previsto aplicar un arancel del 16% a las clementinas, lo que preocupa al sector naranjero. Además, estas tasas varían por productos, situándose en una horquilla entre un 2% y un 20%, siendo significativamente altos en productos con un fuerte peso en la exportación española, como es el caso del tomate, al que se le aplicarían derechos arancelarios de entre un 8% y 14% según periodos.