¿Qué riesgos podemos esperar para las economías avanzadas en el segundo semestre?

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La inflación proviene del repunte del precio de las materias primas, pero sin inflación subyacente

Uno de los aspectos más importantes a la hora de invertir en los mercados es la situación macroeconómica. Por ello, es bueno conocer las previsiones de los economistas en el sentido de que, en la segunda mitad del año, habrá posiblemente una revisión al alza de las proyecciones de crecimiento de EE.UU. porque se presume que se pondrá en marcha una relajación de la política fiscal, gracias al ligero aumento de la confianza que, de continuar, reforzará el ímpetu cíclico.

También han mejorado las perspectivas de Europa y Japón, gracias a la recuperación cíclica de la manufactura mundial y del comercio internacional que se inició en el segundo semestre de 2016. Y en lo que respecta a los mercados emergentes, las revisiones a la baja de los pronósticos de crecimiento de estas economías son resultado del deterioro de las perspectivas de varios países grandes, especialmente de América Latina y Oriente Medio, causadas por el ajuste en curso frente a la caída de los términos de intercambio durante los últimos años y los recortes de la producción de petróleo.

Así, los pronósticos de crecimiento de China, gracias a políticas de respaldo más fuertes de lo previsto, y de Rusia, cuya actividad parece haber tocado fondo y cuya recuperación se ha afianzado por efecto del alza de los precios del petróleo, hay que considerarlos alcistas.

El nivel general de inflación viene repuntando en las economías avanzadas debido al aumento de los precios de las materias primas, pero la dinámica de la inflación subyacente sigue siendo atenuada y heterogénea (lo que concuerda con la variedad de las distintas brechas del producto). La inflación subyacente ha mejorado poco en los países con los niveles más bajos (por ejemplo, Japón y partes de la zona del euro).

Así, una de las herramientas financieras que mejor pueden operar en este entorno son los contratos por diferencia o CFDs. Puede descubrir aquí más sobre qué son los CFDs.

Las ventajas de los CFDs se dejarán notar en los riesgos que se derivan de factores tales como un giro de las políticas que llave a los países a replegarse en sí mismos y los lleve incluso, hacia el proteccionismo con gran impacto en el mercado de las divisas.

También se dejarán notar los beneficios de los CFDs si se produce una subida de los tipos en EE.UU. antes de lo previsto, lo que provocaría una fuerte apreciación del dólar, con repercusiones desfavorables para las economías vulnerables.

Otro aspecto a tener en cuenta, es un potencial repliegue de la regulación financiera, que nos podría llevar a una nueva burbuja en los activos de riesgo y aumentar la probabilidad de crisis financieras. Y eso sin olvidar que si los mercados emergentes endurecen sus condiciones financieras también tendremos problemas en el comercio mundial.

Por eso, los CFDs son un producto apropiado para lo que nos espera, porque podemos encontrarnos de nuevo con tensiones geopolíticas o terrorismo, lo que impactará en las divisas y las materias primas, y nos exigirá de un instrumento de inversión ágil y flexible.

Por último, entre todos los riesgos que favorecen la inversión mediante CFDs, también se cuenta una eventual formación de un círculo vicioso entre la debilidad de la demanda, la baja inflación, la fragilidad de los balances empresariales y el estancamiento de la productividad.

 

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