El pasado miércoles, día 7 de septiembre, un niño de Caudete que pasaba unos días de vacaciones con su familia en Oropesa del Mar sufrió una grave accidente en una piscina.

El niño, de 8 años de edad, quedó con la mano atrapada en uno de los sistemas de absorción de un motor que, según declaró posteriormente Amalia, la madre del niño, a Periódico Mediterráneo, «no disponía de rejilla».

Una vez fuera del agua, los socorristas de la piscina, familiares del menor y una pediatra que se encontraba en el lugar, realizaron la reanimación cardiopulmonar básica al niño, hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia.

A su llegada, el equipo médico del SAMU continuó con la reanimación cardiopulmonar avanzada y otras maniobras, hasta que lograron recuperar las constantes vitales del niño.

Según Amalia, su hijo «está mejorando poco a poco. Parece que no hay daño cerebral, pero falta saber cómo tiene los pulmones. Nos van dando la información con cuentagotas, pero parece que va bien».