cre

Crema de efecto calor: ¿Qué es y cuándo usarla?

Los músculos y ligamentos pueden resentirse por diferentes motivos, lo que ocasiona molestias e incluso serios dolores. En el mundo del deporte es muy común la utilización de cremas con efecto calor. Estas se han popularizado de manera considerable en los últimos años gracias a sus beneficios. Los profesionales del sector explican cómo actúan y por qué resultan tan efectivas.

Una crema con efecto calor es un tipo de producto recomendado para molestias y dolor. Estas, a pesar de lo indica su nombre, son cremas que no generan más calor, sino que provocan un efecto rubefaciente, matizan los expertos, lo que genera un aumento del flujo sanguíneo que se observa con un ligero enrojecimiento natural de la zona concreta de la piel sobre la que se aplica.

Esto se traduce en una sensación de bienestar ya que activan la circulación hacia los capilares de la piel con sus correspondientes beneficios. Las cremas de efecto calor resultan de lo más variadas, dependiendo de su formulación e, incluso de la presentación, tal como puede observarse en el catálogo de productos para heridas, golpes y molestias de la cadena de belleza referente en el sector Paco Perfumerías: https://www.pacoperfumerias.com/parafarmacia/botiquin/heridas-golpes-y-molestias. Los expertos matizan, así mismo, que también es posible encontrar combinaciones de cremas con efecto calor y frío. Estas últimas son ideales para los masajes deportivos y para tratar zonas extensas, como las piernas. Gracias a ellas es posible recuperar el músculo de manera inmediata tras el ejercicio o durante el mismo.

En el caso de las cremas especiales con efecto calor, apuntan los profesionales, existe una diferencia clara con respecto a las de efecto frío, y es que estas resultan muy útiles en los preentrenamientos, para activar los músculos, además de cumplir otras funciones. Entre sus beneficios principales destacan el de oxigenar los tejidos y aumentar la temperatura gracias a la activación de la circulación sanguínea.

Beneficios de la crema efecto calor

Las cremas con efecto calor están formuladas con ingredientes que activan la circulación hacia los capilares de la piel. Este efecto rubefaciente que aumenta el flujo sanguíneo ofrece una serie de beneficios, matizan los expertos, y es que gracias a ello se logra una mayor oxigenación de los tejidos a su paso, como es el caso de los músculos, los ligamentos y la piel en general. Además, los profesionales resaltan que las cremas con efecto calor también resultan muy útiles para que los diferentes tejidos se nutran con los ingredientes necesarios, para la retirada de los desechos a nivel celular y para aumentar la temperatura de la zona gracias a la estimulación de la circulación.

Usos de la crema con efecto calor

Al hablar de la aplicación y momento de usar la crema con efecto calor es importante leer las instrucciones de cada producto, ya que pueden existir diferencias entre cada uno de ellos. Por lo general, recomiendan los expertos, deben aplicarse con una antelación de 15 minutos, de esta forma será mayor la capacidad de absorción y se dispondrá de más margen para activar sus beneficios.

También es importante que en primer lugar se aplique una pequeña cantidad sobre una zona específica de la piel para comprobar cómo reacciona el organismo y si se adapta a sus efectos o, por el contrario, existe irritación. Los profesionales aclaran, además, que estas no deben aplicarse nunca sobre las mucosas, heridas o piel irritada. Así mismo, recuerdan que es importante no sobrepasarse con la cantidad.

En cuanto al interrogante de para qué se utiliza la crema preentrenamiento, continúan los expertos, es importante distinguir tres fines principales y aclaran que sirven para ayudar en el calentamiento, para combatir el frío y para reducir el dolor. En el primero de los casos, matizan, las cremas ayudan a reducir la rigidez de los músculos y ligamentos, relajándolos y promoviendo un calentamiento más efectivo —con ella los músculos se vuelven más flexibles—.

De manera similar, las cremas con efecto calor son muy utilizadas también para combatir el frío, gracias a estas lo que se consigue es acabar con el agarrotamiento de los músculos y ligamentos, y con la rigidez, sin necesidad de que vaya a practicarse ejercicio posteriormente. Un tercer uso destacado de las cremas con efecto calor es el de reducir el dolor o las molestias en los diferentes tejidos. Esto es posible debido a que se trata de cremas que aumentan la vasodilatación y con ello generan una sensación analgésica en músculos, tendones y tejidos, en general. Es por eso que puede utilizarse para aliviar dolores puntuales y localizados disminuyendo la inflamación. Suelen ser muy recomendadas para casos de tendinitis crónica y dolores articulares del tipo reumático.

Los profesionales y expertos en el sector de la belleza y parafarmacia aclaran que hay que tener ciertas precauciones al hacer uso de este tipo de cremas, sobre todo porque la piel quedará más sensible al calor. Por ello, es importante tener cuidado con la temperatura del agua en el momento de ducharse mientras esta siga haciendo efecto.

Crema de calor para dolores crónicos y mejorar la recuperación muscular

Practicar ejercicio de manera muy intensa o incorrectamente puede ocasionar lesiones y dolor crónico. En estos casos, matizan los expertos, es posible usar el calor para recuperarse de una lesión. Esto es así, puntualizan, ya que ayuda a estimular la circulación sanguínea que favorecerá la recuperación, eso sí, principalmente cuando el cuerpo está relajado. Es decir, aclaran los profesionales, cuando al tocar la zona con dolor ya no está caliente, sino todo lo contrario.

En estos casos es recomendable hacer uso del calor para acelerar las recuperaciones de las lesiones. La crema debe aplicarse con un ligero masaje para aprovechar todos sus beneficios, oxigenando los músculos doloridos y dañados al mismo tiempo que drena los agentes causantes del dolor y favorece la regeneración, resaltan los profesionales. Este tipo de cremas, finalizan, pueden paliar contracturas que aparecen tras realizar ejercicios de alta intensidad, al mismo tiempo que previenen la aparición de lesiones si se aplican sobre las zonas en las que se va a trabajar durante la sesión.

Por último, concluyen que también pueden utilizarse para tratar dolores aunque no se practique ejercicio, ya que la activación de la circulación sanguínea es efectiva en cualquier caso. Aconsejan disponer de una de ellas siempre y cuando sea posible y se prevenga que los músculos puedan agarrotarse o enfriarse.

Redacción - CD

Miguel Llorens fundó Caudete Digital en el año 2000. Apasionado de la informática y de la comunicación, desde la creación de este diario local ha mantenido su vocación de informar y su espíritu de servicio público.