Artículo de Opinión | Comparsa de Mirenos /
El día 7 de marzo de 2020 pudimos celebrar, no sin ciertos recelos, el acto de Presentación de Damas y Capitanías para las Fiestas de septiembre. Arrancaba una Semana Festera que se truncó días después por el decreto gubernamental que nos enviaba a todos a un confinamiento domiciliario absolutamente inédito. Inmersos en una pandemia de consecuencias insospechadas, la vida nos cambió radicalmente. Sistema sanitario saturado y crisis económica a la vista, constituyeron la base de una situación dramática cuyo mayor exponente era el crecimiento progresivo de personas hospitalizadas con extrema gravedad y sobre todo el triste y desolador número de fallecidos por el contagio de un virus, nuevo huésped de un mundo occidental sorprendido, aterrorizado y con escasa preparación para combatirlo.
En este contexto, no es difícil adivinar que todas las manifestaciones lúdico-festivas y de encuentro entre personas, quedaban absolutamente suspendidas como así ocurriera con la celebración de las Fiestas de Moros y Cristianos del año en cuestión.
Por fortuna la pronta elaboración de las vacunas, nos trajo la esperanza que al día de hoy parece que se va cumpliendo toda vez que ya inmersos en el verano de 2021, la situación es realmente otra, a pesar de que los expertos en la materia continúan advirtiendo que es necesaria todavía la prudencia. Tanto es así que al día de hoy, más de un año después del inicio de este infierno, todavía se siguen suspendiendo casi todos los eventos festivos ya que obviamente todos ellos se caracterizan por la reunión, el contacto y la cercanía entre las personas, además del carácter multitudinario de casi todos los actos que componen sus tradicionales programas. Lejos de esta realidad hubiera sido muy difícil imaginar dos años sin Sanfermines, sin Fallas, sin Hogueras de San Juan o sin Fiestas de Moros y Cristianos.
Pero, aunque el Coronavirus haya enmudecido la algarabía de la fiesta, la vida continúa y las personas y los colectivos que la sostienen tienen que seguir adelante, sobre todo haciendo frente a las obligaciones económicas y organizativas como son, en el caso de nuestra Comparsa de Mirenos, el mantenimiento del Local Social que tanto esfuerzo costó levantarlo y los compromisos financieros los cuales continúan en vigor. Al menos la pandemia nos ha enseñado a descubrir qué significa la condición de socio. Dicho de otro modo, aprender a “Ser” y no solo a participar. Entender el sentido de la contribución en forma de cuota, no como el pago de un canon por salir de festero, sino como la aportación para el sostenimiento de la Comparsa.
Inmersos en el marco pandémico, absolutamente escarnecidos por la situación sanitaria y la pérdida de tantas vidas humanas, hemos sufrido además las consecuencias de un frenazo económico que nos ha afectado considerablemente. La fuente de ingresos derivados de la explotación del Local Social quedó absolutamente suspendida, a lo que tenemos que añadir el incremento del impago de algunas cuotas de socio. Pero la obligación financiera derivada de los préstamos bancarios permanecía y sólo gracias a la negociación de nuestro tesorero con los responsables de la entidad bancaria, no exenta de dificultades, pero con buena voluntad por parte del banco, se pudo acordar finalmente la modificación del plazo de la deuda, de modo que la cuota mensual pasaba de más de siete mil euros a poco más de cuatro mil. Una rebaja que nos ha permitido seguir haciendo frente al compromiso de pago. Afortunadamente el Local Social comienza a retomar su actividad que, aunque todavía está limitada por la normativa de aforos máximos y demás, al menos empieza a ver la luz.
Y hablando de normativa de aforos y de obligaciones de carácter organizativo, la pandemia nos ha impedido cumplir un asunto pendiente como es la renovación de la Junta Directiva de la Comparsa. Como todos los socios saben, por las varias comunicaciones escritas que han recibido durante este periodo, la Junta Directiva actual está en funciones y cada vez que hemos pretendido celebrar la sesión extraordinaria de la Asamblea General para cumplir con este mandato estatutario, ha sido imposible debido a los límites sanitarios legales respecto de los aforos en reuniones y otros eventos. Es cierto que se han aliviado últimamente dichas limitaciones para actividades relacionadas con la hostelería por aquello de poco a poco y con la prudencia necesaria, ir facilitando determinados servicios en pro de la recuperación económica. Pero no es el caso para reuniones de otra naturaleza y lamentablemente, a pesar de las condiciones y el espacio de nuestro Local, la autoridad sanitaria no permite convocatorias para el número de socios que formamos la Comparsa de Mirenos.
Nuestros Estatutos son claros al respecto y determinan que la elección de Presidente y Junta Directiva tendrá lugar mediante la convocatoria de sesión extraordinaria de la Asamblea General para presentación de programas de trabajo, debate si procede y acto seguido votación presencial y secreta.
Todo ello, cobra mayor relevancia toda vez que afortunadamente, para esta elección se han presentado dos candidaturas. Esto, además de ser una muestra de que nuestra Comparsa está viva, refuerza el formato de elecciones mediante reunión de socios ya que, resulta muy conveniente que ambos candidatos puedan presentar a la Asamblea sus proyectos y los socios asistentes realizar cuantas consultas, sugerencias o cuestiones estimen conveniente.
En cualquier caso, la Junta Directiva en funciones ha realizado más de una solicitud a la Corporación Municipal para obtener el permiso de reunión, petición rechazada en todos los casos y actualmente estamos esperando respuesta a la última demanda. Mantenemos la esperanza de que en un plazo no demasiado largo, podamos obtener la autorización. Todos los socios consideramos prioritaria esta sesión para que la Junta Directiva que salga elegida, pueda poner en marcha su plan de trabajo.
Hasta ese momento, la Directiva en funciones seguirá trabajando con el mismo ímpetu al servicio de la Comparsa, realizando cuantas gestiones sean necesarias para el normal funcionamiento de la misma. La última gestión llevada a cabo ha sido la visita a la banda de música de Montesa, banda oficial de la comparsa, para testar su estado de ánimo a la hora de contar con su presencia en el caso de que la hipotética celebración de las Fiestas 2021, fuera finalmente una realidad. Nuestra satisfacción tras dicha visita fue plena al comprobar la total disposición de los músicos de Montesa para venir a Caudete si finalmente fuera necesario, por encima de todos los condicionantes o dificultades, disposición que deseábamos hacer pública para conocimiento de los socios.
Y aunque no resulte agradable, debemos terminar comentando de nuevo la cuestión económica. Se ha puesto en conocimiento de los socios, la anticipación del cobro de la segunda parte de la cuota que normalmente se adeuda en el mes de julio, para el presente mes de junio. El motivo está sobradamente explicado: la situación ha provocado la necesidad de hacer “encaje de bolillos” con la contabilidad. Y a pesar de la referida reducción de la cuota mensual del préstamo bancario, la antes nula y después escasa explotación del local social ha mermado significativamente los ingresos como hemos indicado anteriormente y la voluntad de hacer frente a los pagos con la regularidad que la Comparsa acostumbra por ética y por legalidad, ha obligado a esta anticipación en el cobro. No tenemos ninguna duda de que los socios de la Comparsa comprenderán esta medida de la misma forma que siempre ha mostrado su consideración cuando ha sido necesario.
Tenemos un futuro por delante dificultoso pero muy sugerente. Volveremos a la normalidad, aunque sea “nueva”, volveremos a vivir el contacto y la cercanía humana sin miedo y apasionadamente. Los seres humanos y particularmente los festeros hemos podido verificar durante este desdichado periodo de nuestra vida que nos necesitamos, queremos vivir y vivir juntos, compartiendo con la gente lo que nos alegra y lo que nos entristece. Y la celebración de la Fiesta es uno de los momentos donde más lo demostramos.