El nuevo Reglamento de Explosivos

Editoriales

Por fin se ha publicado el texto del nuevo Reglamento de Explosivos que el Ministerio prepara desde hace años, y al que la Asociación de Comparsas y los festeros caudetanos enviamos un buen número de alegaciones.

El resultado, como cabía esperar, es un reglamento garantista en el que priman las medidas de seguridad por encima de todo. Esto es bueno para las personas y malo para las fiestas, por lo que, a priori, habría que decir que el reglamento es correcto, sin más. Pero una vez llegados a este punto, surge la pregunta: ¿se podría haber hecho un reglamento que fuese más sencillo de cumplir y que garantizase igualmente la seguridad de quienes manipulan la pólvora en actos festeros?

Probablemente, sí. Con todo, también podría haber sucedido lo contrario… El caso es que con los requisitos legales que tenemos a partir de ahora respecto a la pólvora y la arcabucería, se refuerza la necesidad de estar en posesión de la licencia de armas, de tener las armas debidamente homologadas, la prohibición para participar los menores en actos de disparo y se mantienen, más o menos, las restricciones a la hora de poder retirar la pólvora. Seguimos con uno o dos kilos por acto, pero se distingue entre el tirador y el porteador, que podrá llevar 2 kilos por acto. También habrá que comunicar qué necesidades de pólvora hay para cada acto.

En cada vehículo particular se podrán transportar hasta 4 kilos de pólvora, límite autorizado para almacenar en casa. Se consolida la trazabilidad de la pólvora, es decir, el control de las cajas o cantimploras mediante identificación única. El reglamento también añade cómo disparar correctamente (por ejemplo, está prohibido disparar al suelo salvo que se adopten medidas específicas para ello).

Esta es una aproximación de urgencia al nuevo Reglamento de Explosivos, que es bastante detallado. A partir de ahora, no queda más remedio que adaptarse. En Caudete nos venimos adaptando desde hace ya bastantes años, más o menos desde que empezó el declive de los actos de tiros. Nuestra población siempre ha tenido en la arcabucería uno de sus pilares, pero eso, poco a poco, va pasando a la historia. Y eso que los festeros fuimos haciendo esfuerzos: fuimos una de las poblaciones con más licencias de armas de avancarga, muchas de nuestras armas pasaron por el banco de pruebas y fueron homologadas, aguantamos como pudimos el escandaloso precio de la pólvora, aceptamos a regañadientes que los niños dejaran de disparar… Pero las complicaciones ya son muchas, y actualmente se dispara la cuarta parte que hace 15 años.

El precio de la pólvora es una variable muy importante. Participar en un solo acto de arcabucería puede costar entre 40 y 70 euros entre pólvora y pistones. Participar en los actos que antes participaba yo, que no eran todos, me costaría ahora entre 400 y 500 euros. Y eso con una carga, que es lo que se debe echar, pero que ya sabemos que no siempre es así…

La Asociación de Comparsas, y las propias Comparsas, tendrán que analizar ahora este reglamento y tendrán que ver la forma de trasladar a los festeros su contenido. Será necesario otro esfuerzo por parte de todos para adaptarse y, a la vez, facilitar en lo posible la participación de festeros en los actos de tiros.

Si no es así, y si esto supone otro frenazo, las Fiestas, tal y como las conocemos… cambiarán.

 

 

 

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